ANANDOR PRODUCCIONES
 Grandeza, Fuerza, Emoción, Delicadeza, Técnica y un conocimiento extremo de Rethórica Musical marcaron a un joven W. A. Mozart de tan solo 16 años cuando la escuchó, influyéndole notablemente en la composición de su Requiem en re menor veinte años mas tarde (1791).

La Vida y la Muerte fueron las protagonistas de un Concierto en el que no sólo hubo un excelente elenco de Músicos (elementos) en el interior de un templo (crisol) que espeja el concepto humano de Universo. Sucedió un Combate entre la VIDA  y la MUERTE, entre la LUZ y la OSCURIDAD. Un viaje a través del espacio que separaba ambas realidades, pensamientos y emociones puestas en Imagen de Luz en la totalidad del Retablo Mayor del siglo XVII (16,43 metros x 12,50 metros) por Álvaro Reinoso.